A tres años de la implemantación de la Ley de Alimentación (Ley de Etiquetado) entró en vigencia la tercera etapa de la iniciativa, elevando los estándares de exigencias de los límites de grasas, calorías, azúcares y sodio en los alimentos que se comercializan, además de incorporar a los pequeños productores de alimentos.
Durante la primera etapa de la ley se agregaron cuatro etiquetas “ALTO EN" calorías, sodio, azúcares y grasas saturadas, cuyo diseño destaca por el fondo negro y letras blancas ubicadas en la cara principal del envase para que sean visibles.
Si bien en la tercera fase las etiquetas se mantuvieron, la iniciativa estableció nuevos límites para los nutrientes y comenzó a regir la obligación de que toda publicidad de productos con sellos debía incorporar el mensaje "Prefiera alimentos con menos sellos de advertencia".