El Sistema de Prestaciones Familiares está compuesto por cuatro beneficios: Asignación Familiar, Asignación Maternal, Subsidio Familiar (SUF) y Subsidio Maternal.
Las asignaciones son para quienes perciben ingresos, cotizan en el sistema previsional y pueden proveer a sus familias. En cambio, los subsidios son entregados a personas o grupos familiares que no perciben ingresos y, por lo tanto, no cuentan con cotizaciones ni pueden sustentarse económicamente.
El dinero al que dan derecho las asignaciones y los subsidios es pagado a un beneficiario o a una beneficiaria, por cada una de las personas que cumplan los requisitos para causar el beneficio (comúnmente llamados causantes o cargas familiares acreditadas).
Poderes y autorizaciones
En cuanto a poderes a terceros para cobrar, en el caso de los subsidios Familiar y Maternal deben ser autorizados por notarios o notarias (u oficiales del Registro Civil en aquellos lugares en que no haya notarios) o por un funcionario o una funcionaria competente de la sucursal del Instituto de Previsión Social. Tendrán una duración de un año, contado desde la fecha de su autorización.
Para los casos de las asignaciones Familiar y Maternal, se hace a través de una solicitud para pagarse directamente a la cónyuge, a los y las causantes mayores de edad o a la persona a cuyo cargo se encuentren, sin requerirse para ello el consentimiento del beneficiario que tiene el derecho inicial. Además, puede actualizar sus ingresos promedio.